Oro y diamante, por un instante...
Mi colonia de vainilla te da hambre. Me lo dices así y me vuelvo loca. Luego te cuelgas de mí y vamos agarradas hasta clase. Y menos mal que no vamos a la misma, porque sino te tendría siempre ahí. Y entonces me tendría que cortar las venas, porque ya es bastante difícil controlarse así.
Y luego huyes a Dimensión... y me dejas sola, y me pierdo en mí como si no estuviera...
Y luego... ¿por qué no estás luego? ¿Por qué no estás nunca? ¿Y por qué tienes que estar siempre? No sé ni lo que quiero por tu culpa, mira cómo me tienes...
PD: Rescato de mi memoria un trocito de canción que creía olvidada...
Y es que no importa que digan
que está trillado hablar de amor,
que maldigan si no han probado
la noche en sus brazos de sol...
Fue la primera vez que lloré con una canción. Aún resuena en mi cabeza esa guitarra y la voz rota de aquel hombre, y la sensación de tener agua salada en el pelo, y la convicción de no volver a tener todo aquello nunca más. Suspiro y vuelvo a la Tierra, pero sé que una parte de mí se quedó en ese autocar camino de Madrid.
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E -
Un beso...