Y si caigo...
Mis manos han perdido la fuerza; no podré aguantar mucho más tiempo. Me has empujado al abismo y hasta el último momento he requerido tu mano para salir, y tú siempre me la has negado. Pero he mirado hacia abajo y creo que lo que me espera no es peor de lo que ya viví, o al menos no me dolerá tanto.
Pero no me iré sola al infierno. No sé si será porque la conciencia no te dejará seguir como antes o porque yo te agarre de los talones en el último segundo, pero pagarás por ello. A no ser que me ayudes a subir... o al menos me pidas perdón por ello.
0 comentarios