Cansancio

Estoy cansada. De todo y de todos. Del mundo y de las personas que lo habitan. De aquellos que critican. Y de los que no saben ver las cosas como yo lo hago.

Estoy cansada de gritarme a mí misma, para no gritárselo a los demás y sufrir más palos, que ser lesbiana no es nada malo.

Ya me he cansado de levantarme cada mañana y decirme en un suspiro que ya estamos en el siglo XXI. Porque no lo parece.

Lo que pasa es que no estoy enferma. No tengo un problema mental. No soy una degenerada. Y no, no fui una niña maltratada ni mis padres bebían. Simple y sencillamente me gustan las mujeres. Nada más.

Pero tengo diecisiete años, y tal vez en otro momento podría hacer otra interpretación de todo esto, pero ahora no; me siento perseguida. Y no, no puedo cerrar los ojos y pensar en lo maravillosos y abiertos que son todos, porque no lo son. Al menos no todos.

No soy lo que un padre espera para su dulce hijita...