Muerte. Filosofeando a mi manera: divagaciones
Hoy me voy a poner filosófica y voy a hablar de la muerte. O mejor, de lo que hay después de la muerte. Porque vamos a ver: no puede ser todo tan fácil, no puede ser me muero y ya está, tiene que haber algo más, sería todo demasiado sencillo, y no puedo aceptar que después de una vida entera de complicaciones de todo tipo me venga una tía con una guadaña y me diga que todo ha terminado.
Además, ¿qué pasa con los espíritus, los fantasmas, las apariciones? No pueden ser todas una invención de esos extraños personajillos llamados parapsicólogos, tiene que haber algo real detrás de todo esto, algo siniestro...
Igual que la reencarnación. Esas ocasiones en las que vas a un sitio por primera vez y sientes que ya has estado allí, o esas situaciones en las que dices esto ya lo he vivido (situación que se representa muy bien con una palabra francesa que ignoraré por problemas personales con esta lengua del infierno). ¿Cómo es posible que pase algo así? Quiero decir, es técnicamente imposible que recuerdes algo que nunca ha pasado, a no ser que sí lo hayas vivido en una vida anterior (también puede que lo hayas visto en la tele, que la tele influye mucho).
Aunque lo del cielo no me lo creo tanto. A mí toda esa historia de un tío que dijo que nos quisiéramos los unos a los otros pero que nunca hizo el amor no me convence demasiado. Y mucho menos todo el cuento llamado Biblia, que sí, que vale que en su época fuera todo un best-seller, pero que ahora eso de censurar determinadas cosas ya no vende, y mucho menos el paraíso. ¿Quién quiere vivir en el reino de los moñas, con Flanders como presidente? Porque ahí todos se tratan muy bien, y son muy respetuosos con sus semejantes, pero no disfrutan de la vida eterna, siempre haciendo el bien, sin pecar... Bueno, que me desvío del tema. Que lo que quiero decir es que eso de que todos cuando morimos vamos al cielo (o al infierno, pero a ese no le pongo tantas trabas, jeje), no me parece muy acertado, porque llegará un momento en el que ya no quepa más gente en el cielo, y entonces tengan que hacer obras, y pasar una derrama, y... esas cosas no se hacen en el cielo.
Bueno, el caso es que me trago más lo de la vida reciclable (vamos, la reencarnación) que lo del cielo.
¿Y los fantasmas? EXISTEN (rotundamente), igual que los elfos, los vampiros, los extraterrestres, los faunos, los orcos y los dragones. Todos existen. Y yo la primera.
5 comentarios
E -
Bru -
E -
Bru -
PD: todo esto es muy extraño, pero así al menos mi pobre cabecita inocente no piensa cosas peores... ;-P
E -
Un bezo...