Retrocesos
Me siento rara. No sólo yo, el mundo en general, todo lo que hay en torno a mí está cambiando. Bueno, en realidad no está cambiando, es algo que ya cambió y que ahora se presenta de nuevo. Vuelven recuerdos, situaciones pasadas que hacía que no sentía desde que era una mocosa. Una mocosa que, misteriosamente, volvió de aquella excursión a la granja con una laguna enorme en el recuerdo. Una mocosa de apenas diez años que sentía que la vida, los recuerdos y la gente que aparentemente conocía en realidad le eran ajenos. No sé qué fue lo que pasó, pues la verdad es que no recuerdo nada de todo aquello, pero ahora el aire, la nariz congelada y la simple visión del polvo flotando en el haz de luz que entra por la ventana me teletransportan a ese mundo que una vez olvidé. Hasta el olor de la calle me resulta ya diferente.
La verdad es que esta sensación no me agrada lo más mínimo. Quiero saber qué pasó. La verdad es que a veces pienso que la persona que menos me conoce soy yo misma. No me entiendo; pero quiero volver a sentirme dueña de mi vida.
Recuerdo una leyenda sobre un duende del bosque y una excursión de noche por el campo con linternas... Mis pilas fundidas... Mis piernas llenas de arañazos por los matorrales... Por eso al año siguiente no quise volver...
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