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La bruja de Salem

Fantasmas

Hace algunos meses salí con mi madre a comprar (no sé muy bien el qué) y, cuando volvíamos ya hacia casa (no sé por qué razón) empezamos a hablar de ese tema que me gusta tanto: fantasmas. Le dije que un día, cuando estaba acostada, había notado como si una mano me acariciara el brazo, y que, aunque lo más seguro es que fuera un escalofrío, tal vez podría ser que hubiera una presencia extraña en mi casa. Y ella, que siempre que se da la ocasión le gusta dárselas de mujer interesante, me contó algo que nunca olvidaré. Dijo que cuando era un bebé, un día que me tenía cogida en brazos, yo tenía la cabeza puesta sobre su hombro, mirando por detrás de ella, y de pronto miré fijamente hacia mi habitación y me reí. Ella se dio la vuelta creyendo que había alguien detrás que me estaba haciendo gestos (ya se sabe que a los bebés cuando les pones caras se ríen), pero no había nadie. No le dio mucha importancia, pero cuatro años después, cuando nació mi hermana y la tenía cogida de la misma forma que a mí la otra vez, pasó exactamente lo mismo. Ella ha sacado la conclusión de que había algo en esa casa (ya no vivimos ahí), pero que fuera lo que fuera no era malo. Yo prefiero no pensar en ello porque me dan escalofríos.

Y pensar que estaba en esa misma habitación, en la que he dormido durante toda mi infancia...

2 comentarios

Bru -

Jo, pero si no duermes mañana no vas a rendir en el trabajo... ;-P

A mí también me dan miedo, pero me interesa demasiado el asunto como para olvidarlo... No sé, es tan interesante...

Eowyn -

Bueno, pues ya que después de esto no voy a mimir esta noche, puedo acabarme un par de juegos... = (·

Los fantasmas me dan MUCHO miedo = (·